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Ducharse a diario no es bueno.

Menudo revuelo se armó por el informe de la Universidad de Harvard, que recomendaba ducharse “lo justo”. Algo que los dermatólogos aconsejamos desde siempre, ha salido a la luz

Pero… ¿en qué casos y por qué no conviene el baño frecuente? Les cuento aquí algunos secretos de la piel y de cómo debemos cuidarla.

¿ES MALO PARA TODOS BAÑARSE A DIARIO?

La respuesta es que NO. No es malo ducharse todos los días.
La frecuencia del baño varía mucho entre personas, pero no es malo ducharse todos los días. Aunque normalmente no sea necesario hacerlo, las personas que tienen una piel sana y fuerte no se suelen ver perjudicadas por ello.

EN QUÉ CASOS SERÍA BUENO BAÑARSE TODOS LOS DÍAS

Quien hace deporte a diario, para evitar el olor del sudor o la suciedad, quien trabaja en ambientes cargados de polución o polvo o quien produce mucha grasa corporal son buenos ejemplos de que la ducha cotidiana no siempre es mala idea.

El problema surge cuando esa persona tiene una piel enferma o sensible y se ve obligado a utilizar jabones o productos abrasivos para eliminar esta suciedad. Es entonces cuando la piel sufre.

MITOS Y REALIDADES DEL BAÑO

cuidado piel

Existen varias creencias que se han transmitido de generación en generación y que no son ciertas.

Mito 1: El bebé debe ser bañado nomás nacer

Diversos estudios han demostrado que lo conveniente sería esperar al menos unas 24 horas para bañar a un recién nacido. Después del primer baño, tanto el pH de la piel como la capacidad de retener agua y la hidratación de las capas superficiales de la epidermis se modifican (1).

 Como beneficio adicional, postergar el primer baño ayudaría a reforzar los lazos con los padres y favorecería la lactancia materna (2).

Mito 2: Los bebés deben bañarse todos los días

Si bien muchos padres optan por bañar a sus bebés a diario por relajación o rutina, está demostrado que los recién nacidos, especialmente si se trata de prematuros, se benefician de bañarlos cada 4 días (3).

Mito 3: Los niños con dermatitis atópica deben ser bañados lo menos posible, con baños muy cortos

En base a los estudios que demostraron que agregar algo de lejía en el agua del baño mejoraba la severidad y las infecciones en la dermatitis atópica (4), se comenzó a cuestionar si bañar a los niños con esta patología era realmente malo como se había dicho toda la vida.

Aunque algunos estudios dicen que no sólo no es malo sino que sería incluso beneficioso, se necesitan más estudios que lo corroboren. Lo que SÍ se ha demostrado es que ducharse o bañarse todos los días NO produce empeoramiento de su piel, y por lo tanto no tendríamos que prohibir los baños frecuentes en dermatitis atópica (5).

Mito 4: Cuanto más espuma, más limpio

Como podrán comprobar, los jabones para pacientes con enfermedades de la piel hacen poquísima espuma. Eso lleva a muchas personas a usar cantidades enormes de producto, y a frotar con vehemencia, lo cual quita el beneficio que aportan.

A pesar de nuestra percepción, NO es necesario que un jabón haga espuma para limpiar. Cuando un producto genera muchas burbujas, quiere decir que tiene surfactantes y otros compuestos químicos más agresivos con nuestra barrera cutánea. Los que son basados en aceite, los que no tienen detergentes, suelen ser mucho más respetuosos y acordes a nuestra piel.

¿QUÉ PRECAUCIONES DEBO TOMAR SI QUIERO DUCHARME MÁS SEGUIDO?

  • Usar jabón neutro, que haga poca o ninguna espuma, y en poca cantidad
  • Limpiar más a fondo las zonas que acumulan suciedad, como los genitales y las axilas, y ser más suave con el resto de las áreas de nuestro cuerpo
  • Usar, especialmente en niños pequeños, el mínimo de jabón, siempre con la mano y no con esponja
  • Evitar materiales que rasquen nuestra piel. A pesar de que exfoliarnos un par de veces por semana puede ser beneficioso, no lo es si somos muy agresivos o si tenemos una piel con tendencia a resecarse o irritarse. Y nunca exfoliar a los niños.
  • En caso de darse un baño en bañera, utilizar el jabón o champú justo antes de salir, para no permanecer sumergido en el agua con químicos
  • No bañar a los bebés más de lo necesario, que suele rondar las 2-3 veces por semana. En caso de hacerlo por descanso o rutina, que sea con agua de temperatura agradable, evitando el jabón, por supuesto sin dejar de vigilarlo ni siquiera medio segundo por el riesgo de ahogamiento
  • Nunca medir la temperatura del baño de los niños con un termómetro. Hay que sumergir nuestra mano. Los termómetros sólo medirán las capas superficiales del agua, y el niño puede quemarse con la temperatura más alta del fondo.
  • Después del baño, especialmente si la piel es sensible o está reseca, utilizar un emoliente. Y siempre recomiendo que tengan lo mínimo de perfumes y conservantes.

Esperamos que este artículo te haya resultado útil. Si estás interesado en conocer nuestros tratamientos, no dudes en contactarnos. En Clínica Alova, contamos con un equipo de profesionales cualificados y experimentados que te asesorarán sobre los mejores tratamientos para tu bienestar.

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