La piel envejecida que no ha llevado los cuidados correctos tiene una suma de textura, color e hidratación deficientes. Buscamos en ellas afinar las capas superficiales y engrosar la estructura de la dermis, generar tensión e hidratación, así como unificar el tono.
Las cremas muchas veces contienen productos tensores, estimulantes e hidratantes, así como ciertas vitaminas o retinol.