Como hemos visto en la sección de rosácea, estas suelen ser pieles en las que hay que elegir muy bien la cosmética. Aunque a veces toleran cremas de piel normal o grasa, muchas veces presentan reactividad con cremas de piel grasa (especialmente las más fuertes), al igual que con ciertas moléculas como el ácido glicólico, retinol o vitamina C. Las cremas están destinadas a aportar nutrientes y disminuir la congestión y reactividad de la piel.
En la dermatitis seborreica, además de rojeces localizadas, se produce una descamación más o menos evidente, que empeora con estados de estrés, por el clima o, en caso de hombres, por la barba (ya sea el afeitado o la falta de afeitado). Las cremas se diseñan para desinflamar, así como ir retirando las costras localizadas.
La piel sensible, la rosácea y la dermatitis seborreica muchas veces confluyen en un mismo paciente.