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¿Qué son los angiomas o hemangiomas?

Los angiomas o hemangiomas son tumores benignos frecuentes que se desarrollan a partir de las células de los vasos sanguíneos. Suelen verse como bultos más o menos prominentes, rojos, en ocasiones algo calientes, y que a veces se acentúan con el llanto del bebé o los accesos de tos.

Aunque habitualmente salen en la piel, también puede afectar a órganos internos.

¿Cuándo salen los angiomas o hemangiomas?

Son tres veces más frecuentes en niñas y en bebés prematuros, o en hijos de madres más adultas. En muchos casos existen antecedentes familiares.

Las zonas más afectadas suelen ser la cara y el cuero cabelludo, así como el tronco, pero pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.

Si el hemangioma se desarrolla mientras el bebé está en el útero (congénito), el bebé ya nace con la mancha. Otras veces aparecen durante las primeras semanas de vida.

¿Cómo evolucionan los angiomas o hemangiomas?

Normalmente, se ven al principio como una mancha rosada o roja, plana o casi plana,  que muchas veces aumenta rápidamente de tamaño.

Dependiendo del tipo de hemangioma (superficial o capilar, o profundo o cavernoso) tenderá a coger más o menos relieve.  Luego pasa por una fase de «meseta», donde no se modifica, y entra más tarde en una fase de involución, donde suele ir aplanándose y aclarándose.

¿Desaparecen los angiomas?

Aproximadamente, la mitad de los angiomas o hemangiomas desaparecen alrededor de los 5 años, y un 90% a los 9 años. En algunos casos desaparece por completo, mientras que en otros persiste el color, o la diferencia de tamaño o textura de la zona afectada.

¿Cuándo se trata un hemangioma?

La mayoría de las veces no necesitan tratamiento, pero siempre debe ser valorado por un especialista, porque:

  • No toda mancha roja o azulada que aparezca en el cuerpo va a ser un angioma. Aunque sea la causa más frecuente, existen otras lesiones de comportamiento diferente que hay que diagnosticar.
  • Cuando un paciente tiene angiomas, existen ciertos signos que nos pueden indicar que existen también angiomas en órganos internos, que debemos buscar con pruebas como ecografía o resonancia magnética.
  • Por último, porque el tratamiento dependerá de factores como la localización, ya que en algunas áreas del cuerpo suelen tratarse para evitar problemas tanto médicos (sangrado, ulceración, compresión) como estéticos.

¿Cómo se tratan los hemangiomas?

Muchos pueden dejarse a su evolución natural, y simplemente se vigilan de forma periódica.
Cuando se utiliza tratamiento, en muchos casos utilizamos láser, que mediante ondas de luz destruye los vasos del angioma, impidiendo su crecimiento. La tendencia es hacerlo en fases tempranas, lo que suele dejar luego menos secuelas o marcas residuales.
Cuando existen angiomas grandes, múltiples o en sitios delicados, se utilizan a menudo fármacos llamados betabloqueantes, tanto en uso local como por vía oral, que hacen disminuir el tamaño de los angiomas de forma rápida y con un perfil de seguridad excelente.
Los angiomas no solo se pueden tratar en edad pediátrica. Cuando un niño mayor o un  adulto presenta un hemangioma, también tenemos armas para mejorarlo o incluso borrarlo. Por lo tanto, no lo dude, y consulte a su especialista