psoriasis piel

¿Qué es la psoriasis?

La psoriasis es una enfermedad que afecta al 2-3% de la población mundial.

Cuando hay psoriasis, en nuestro cuerpo existe inflamación: en piel, uñas y a veces articulaciones.

En la piel, esta inflamación hace que las células superficiales llamadas queratinocitos se multipliquen mucho más rápido y se acumulen formando muchas veces costras. La piel de la zona se vuelve entonces rugosa y descamativa. Debajo de la costra (o en las zonas de pliegues) la piel está roja y caliente.

Y, aunque muchos pacientes no tienen síntomas, otros pueden sentir picor o incluso dolor.

Causas de la psoriasis; ¿Por qué tengo psoriasis?

La respuesta es que la causa es “multifactorial”. Es decir, existe una base genética heredada, que se manifiesta o “enciende” cuando hay un factor que lo desencadena.

A veces podemos saber qué fue lo que “despertó” la enfermedad, como el roce repetido, una infección de garganta, un fármaco (especialmente algunos como los betabloqueantes o el litio) o una situación estresante.

¿Dónde aparece la psoriasis?

Una vez más, dependerá del objetivo a lograr, ya que los peelings pueden hacerse de forma muy superficial, con apenas molestias locales y una descamación muy fina durante los días siguientes, o podemos ir profundizando, con mayor escozor durante el peeling y mayor intensidad de reacción posterior.

Como norma general, cuanto más profundicemos, más importante es el profesional que lo realice, que debe conocer a fondo la piel y su manejo posterior para evitar problemas relacionados con el tratamiento.

  • Las zonas más frecuentemente afectadas son las zonas de roce como codos, rodillas o nudillos, ya que el rascado o agresión a la piel hacen que la enfermedad se active y que muchas veces sea difícil de tratar, como en el cuero cabelludo
Cuando la agresión o roce a la piel provocan lesiones de la enfermedad que uno tiene, se llama fenómeno de Koebner. Se ve en muchas enfermedades como la psoriasis, el vitíligo, el liquen plano, ¡e incluso en las verrugas vulgares!
  • En la psoriasis en gotas existen pequeñas placas redondas dispersas por todo el cuerpo, especialmente por el tronco. Es la variante que más se asocia a infecciones, especialmente de la garganta (faringitis estreptocóccica). Cuando nuestro cuerpo se defiende contra el microorganismo, sin querer inflama nuestra piel.
  • La psoriasis pustulosa es menos conocida. En ella se ve pequeños puntos de pus que se rompen y provocan descamación en palmas, plantas o especialmente zona lateral del tronco
  • En la psoriasis palmoplantar clásica se ve engrosamiento de la piel que muchas veces se confunde con callos, y que se puede agrietar, provocando dolor y molestias. Es por eso que provocan una gran afectación en la calidad de vida de quien la padece.
  • Las uñas también se alteran en el 30 al 50% de los pacientes, ya sea como parte de un cuadro general o como única manifestación de la enfermedad. Se puede ver en forma de pequeños «pits» o depresiones en la superficie de la uña, o como despegamiento llamado en «mancha de aceite«. Muchas veces la uña se vuelve gruesa y se desprende, y es confundida incluso por los propios médicos con hongos o infecciones.
  • En la «psoriasis invertida» salen placas húmedas, rojas y maceradas en los pliegues profundos de los glúteos, las ingles, la zona genital o las axilas. Estas placas muchas veces empeoran porque se sobreinfectan principalmente con un hongo llamado Cándida albicans.
  • A veces, desencadenado sin estímulo o por uso por ejemplo de corticoides orales, la psoriasis puede involucrar gran parte del cuerpo en forma de rojez y descamación intensa (psoriasis eritrodérmica). Esto es una emergencia dermatológica por la que hay que consultar inmediatamente.

¿Es una enfermedad solo de la piel?

Si bien en la mayoría de los pacientes solo afecta piel y uñas, un 30 por ciento tiene afectación de las articulaciones y de los tendones, en forma de dolor que a veces se acompaña de inflamación franca. Y, en un porcentaje pequeño de quienes tienen artritis, puede llegar a provocar una artritis erosiva o mutilante.

Por otra parte, existe también asociación con otras enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn en el intestino, la hidrosadenitis supurativa, el penfigoide ampolloso, otras enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso, etc.

Por último, muchos pacientes con psoriasis tienen además un aumento de riesgo de tener ciertas enfermedades acompañantes, especialmente el llamado «síndrome metabólico» (hipertensión, diabetes, dislipemia, obesidad) También muchos estudios han demostrado su asociación con alteraciones renales, migrañas, enfermedades cardíacas o de los vasos sanguíneos o trastornos de la coagulación, entre otras.  Existe además mayor incidencia de trastornos psicológicos y psiquiátricos, como depresión o ansiedad.

Es por todo esto importante que los pacientes estén acompañados por un médico familiarizado en el estudio y manejo de las psoriasis como cuadro generalizado.

¿Qué tratamientos existen para la psoriasis?

Lamentablemente, aún no existe una cura definitiva para la psoriasis. Pero sí existen muchos tratamientos, que además se encuentran en continua evolución y mejora, para que la gran mayoría de pacientes con psoriasis puedan llevar una vida normal.

La elección del tratamiento va a depender de muchísimos factores como el tipo de psoriasis, de su extensión, de cómo afecte a la calidad de vida del paciente, etc.

  • Habitualmente, los casos más leves los tratamos con cremas específicas que ayudan a desinflamar y descostrar la zona.
  • Algunos pacientes responden muy bien a la radiación ultravioleta, por lo que los usamos a nuestro favor (siempre de forma controlada)
  • Cuando se necesitan tratamientos más potentes utilizamos fármacos sistémicos (que circulan por todo el cuerpo), entre los cuales existen muchas alternativas

La buena noticia es que la cantidad de tratamientos disponibles no hace más que aumentar. No solo en cantidad sino en calidad, ya que los nuevos medicamentos actúan de forma muy específica, respetando cada vez más el resto de la inmunidad.

Por último, insisto en acudir a quienes sabemos. Tanto médicos generales, dermatólogos, reumatólogos, como a asociaciones especializadas que aportan muchísimo conocimiento y apoyo tanto a pacientes como a familiares.

Acción Psoriasis

Psoriasis en Red