Skip to main content

DIARIO DE BITACORA DE UN DÍA OSCURO

En Clínica Alova, entendemos que vivir con artritis implica más que dolor físico; es una experiencia emocional intensa que afecta la vida diaria. Nuestra doctora comparte su historia personal de lucha con esta enfermedad crónica, revelando los altibajos emocionales y físicos que enfrenta cada día.

En el presente artículo, se hace referencia al registro personal de la Doctora en uno de los días especialmente complicados para ella. 

DÍA OSCURO

Hoy he salido a patinar… pero no me está siendo efectivo. No logro desconectar la mente. Ni logro desconectar el cuerpo.

Llevo bastantes días en brote, en un brote que por lo menos me deja trabajar, mejor brote que otros que me dejan en la cama. Pero tanto tiempo ya me está empezando a cansar. Tomé muchos días de corticoides. Estoy cogiendo peso… me estoy hinchando… la ropa me deja marcas en la piel. Eso nunca me había pasado. Y mi ánimo va… alternante… bastante parecido a una montaña rusa. De repente me pongo a llorar, de repente me siento agradecida a la vida porque al final lo importante es que estoy bien, que mi familia está bien, que mis amigos están bien… Mis padres, mis hermanos, sobre todo mi marido y mis hijas.

Pero la verdad es que hay días en que, aún sabiendo todo eso, me siento bastante desgraciada. En estos momentos, manejar el dolor se me hace muy difícil. Y sé que tengo que salir igual, que y me tengo que mover igual, porque si encima me quedo quieta mi cuerpo al final se olvida de las buenas sensaciones…

Se me hace muy complicado, no tengo ganas de hacer ya sacrificios. No tengo ganas de hacer una dieta que me mate de hambre. No tengo ganas de sentir día tras día todas mis articulaciones. No tengo ganas de que me pase lo de la semana pasada, que estaba en la cama y el dolor me despertó, y no podía ni siquiera ponerme sobre mis tobillos para buscar la medicación… Pero sé que tengo que hacer cosas que me conecten más con mi cuerpo de una forma amistosa, porque ahora estoy enojada y eso me hace más difícil querer cuidarme.

REFLEXIÓN Y SENTIMIENTOS

Esta semana fui a la reumatóloga (que la última visita me dijo que no tenía ya mas nada que probar), y es cierto que fui con un mensaje positivo. Porque es verdad que es más fácil aguantar una artritis periférica que una central, porque en la central no te podés ni siquiera girar en la cama del dolor.

Y la verdad que veo gente que sale adelante con cosas mucho peores que las mías. Al igual que me pasa que, siendo una inmigrante que me fui por amor, hablando el mismo idioma, con el título homologado, con una inserción social genial, y aún así siendo tan duro, respeto muchísimo a aquella gente que se mete a una patera y arriesga su vida, a morir ahogado, congelado, víctima de una mafia para buscar una vida mejor…

Con esto me pasa igual, admiro muchísimo a quienes están peleando con enfermedades de verdad importantes, con riesgo vital, tienen que tener una fortaleza interior espectacular… Quien pierde un miembro y luego vive con dolor, pero aun así se sube a una bicicleta y se hace maratonista… o simplemente se levanta todos los días para trabajar, y para vivir con positividad y salir adelante.

DESAFÍOS Y ESTRATEGIAS

Por otro lado, yo misma me meto en cosas que me llenan de estrés. Yo no sé si me lleno la agenda para olvidarme del dolor, o el dolor me viene porque estoy estresada… Y, para mejorar, sé que me hace muy bien meditar, pero no me es posible, no me veo capaz… Estoy baja de voluntad.

CONCLUSIÓN

Y se preguntarán: ¿Por qué está escribiendo esto?

Porque en el blog siempre intento transmitir positivismo, técnicas que me ayudaron y me ayudan a estar mejor. Y lo hago, primero, por catarsis. Porque necesito sacarlo fuera. En mi experiencia, un buen llanto siempre fue curativo mientras no se haga crónico y me deje bloqueada. Pero, por otro lado, para que quien lea este blog vea que cuando esté en esos momentos, y muchos tenemos estos momentos, sepa que no está solo, que lo que siente lo sentimos todos.

Sé que, en breve, volveré a estar escribiendo algo muy positivo, o quizá incluso qué fue lo que me hizo salir de este momento malo.

Me encantaría también si alguien me quiere escribir y compartir conmigo su experiencia a través de clinicaalova@gmail.com, o incluso si quiere compartirlo en el blog, para acompañarnos entre todos y ayudarnos a estar mejor.